En estos casos lo mejor es no visitar páginas personales durante la jornada, o hacerlo en nuestro tiempo de descanso, aunque si por el casual necesitamos hacerlo, puede estar muy bien tener instalada la extensión. Su utilización es muy sencilla. Primero hay que descargarla en su versión Chrome o Firefox, y después basta pulsar el botón con la exclamación que aparecerá en la barra de herramientas.
Sencillo, rápido y efectivo. Opcionalmente ambas versiones nos dan la posibilidad de asignar una contraseña para proteger las pestañas almacenadas, elegir la página segura (la que aparecerá al pulsar el botón), o incluso asignar teclas de acceso rápido, por si nos pillan tecleando, ya que puede ser bastante sospechoso que de repente movamos las manos hacia el ratón.
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