La innovación está en estos momentos muy centrada en los dispositivos móviles. Los smartphones han supuesto un gran salto y, debido a la oportunidad de negocio que generan, muchos esfuerzos están centrados en el desarrollo de aplicaciones o la implantación de nuevas tecnologías, como NFC.
El proyecto de Chengyuan Wei, que trabaja y vive en la ciudad china de Hangzhou, da la vuelta a esta tendencia mirando hacia los teléfonos de toda la vida. Sí, esos que se descuelgan y tienen un cable enganchado a algún lugar que a su vez está conectado a un cajetín que da línea.
Esquema de las partes del teléfono |
Su solución: utilizar papel, o más bien cartón. Con ayuda de un cable, que contiene un micrófono, un receptor de sonido y un conector de metal, un chip y algo de celulosa, Wei ha creado un teléfono como si se tratara de un trabajo de manualidades, tal y como reflejan las imágenes.
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