Hombre malayo es condenado a tuitear una disculpa pública 100 veces

La vida evoluciona y así como hace 20 años o más a los niños se les castigaba escribiendo 100 veces los odiables “no debo” en la pizarra de la sala de clases, hoy, como ya son pocos los pizarrones con tiza que van quedando y aprovechando que estamos en la era de las redes sociales, el castigo fue traspasado a Twitter, al menos para el pobre Fahmi Fadzil.




Este usuario malayo en enero tuiteó que una de sus amigas -embarazada- recibió malos tratos por parte de su empleador (una revista de BluInc Media), y pese a que unas horas después se disculpó, la empresa ya estaba presentando una demanda por difamación contra Fadzil.

¿La condena? 100 tweets pidiendo disculpas, distribuidos cada cierto lapso de tiempo durante tres días, diciendo que difamó a la empresa y la revista, que su tweet al respecto no era verdad, que se retracta y que por ello pide disculpas.

Recién lleva 28 y ya se está coinvirtiendo en una celebridad de la red social. Bastante estúpida la resolución legal por su arrebato y yo me pregunto si no es más un castigo para sus amigos que tienen que leer el spam y si acaso piensan que le cuesta algo pegar la frase cambiando sólo el número al que corresponde el nuevo tweet o que derechamente los deje programados con algún programa que tenga dicha característica.

Y les dejo la inquietud a ustedes: Más allá de lo tonta de la condena, ¿sienta precedentes? ¿Cada cual deberá hacerse cargo en términos legales de lo que dice en las redes sociales?