Es sin duda el teléfono más ambicioso que Samsung había gestado, de la mano de Android, y teniendo en cuenta lo bien que lo estaba haciendo en el mercado su antecesor, no nos sorprende encontrarnos con estas cifras tan pronto.
Para hacernos una idea, dentro de la propia Samsung, el asequible Samsung S5230 tardó en llegar a la cifra seis meses, mientras que el Galaxy S hizo lo propio en siete meses.
No nos dan mucha información en cuanto a regiones, pero podemos compartir con vosotros que en Corea del Sur se han vendido 3.6 millones de unidades, en la suma de los principales mercados europeos, 3.4 millones, y en el resto de Asia, 2.3 millones.
El teléfono prácticamente acaba de aparecer en Estados Unidos, con diferentes versiones y el apoyo de las principales operadoras, así que veremos donde quedan las marcas de aquí a las próximas navidades. Es además el principal baluarte de Samsung para batallar con Apple por el primer puesto en la venta de Smartphones.
xataka
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