Si usted quiere diversificar su portafolio de inversión, y destinar una pequeña cuota a inversiones alocadas a largo plazo, o hacerle un regalo original a su nieto, nada mejor que comprarse un terrenito de 4.000 metros cuadrados en la Luna.
Está en oferta a u$s 19,99, más u$s 1,51 de impuestos, más u$s 2,50 para que su nombre esté impreso en la foto satelital que le manden de su lote, más u$s 12,50 de envío a cualquier lugar del mundo. Esto hace un total de u$s 36,50 por el título de propiedad, que se entrega con un certificado personalizado de la escritura de compra, una foto por satélite de la propiedad, e información geográfica para ayudar a localizarla.
De hecho, 1.741 argentinos ya pagaron casi u$s 150.000 por un total de 2.000 hectáreas lunares, y 252 de ellos también se compraron su terreno en Marte al mismo precio, pero con la ventaja de que no tienen que pagar el envío dos veces, por lo que se ahorran 12,50 dólares.
La Argentina es el segundo país de América latina en cantidad de compradores, sólo superado por Brasil, que lo duplica, pero lejos de Chile, que apenas tiene 1.000 inversores, advirtió a El Cronista desde Estados Unidos Dennis Hope, que en 1980 registró a su nombre el satélite y todos los planetas del sistema solar, basado en un vacío legal del Tratado de Espacio Exterior, que estableció Naciones Unidas en 1967. El Tratado señala que ningún Estado ni Nación podría apropiarse de un planeta o una estrella; sin embargo, no hacía referencia sobre particulares, por lo que Hope solicitó en un juzgado estadounidense que se le adjudicara la Luna como propiedad. Aprobada la misma, Hope presentó una declaración de posesión de los planetas con sus respectivas lunas ante la Asamblea General de las Naciones Unidas y ante el gobierno de los Estados Unidos.
El mismo año, Hope dividió a la Luna e inició su venta mediante la Embajada Lunar. Actualmente, comercializa 1.500 terrenos diarios de media hectárea en la Luna, Mercurio, Marte y Venus.
Asimismo, Hope vende por u$s 75.000 los derechos para establecer sedes de Embajada Lunar en más de 12 países. Las más populares son Crazy Shop en Israel y Moon Estates en Inglaterra. Sin embargo, existen empresas falsas, como Lunar Registry y Buy Uranus, que venden terrenos sin los derechos de la Embajada Lunar.
Hasta ahora, la compañía de Hope vendió terrenos lunares a 6 millones de personas en 80 países del mundo y a más de 1.300 corporaciones. Tomando un precio de venta de u$s 20, el emprendedor lunar habría acumulado ganancias por u$s 120 millones. Entre los compradores, se encuentran estrellas de Hollywood, un ex presidente de Estados Unidos como Jimmy Carter, y cadenas hoteleras como Hilton y Marriot.
Desde su noventoso sitio web Lunar Embassy, Hope se encarga de parcelar y vender terrenos en la Luna, Marte, Venus y otros planetas del sistema solar que posee, además de pasaportes extraterrestres.
¿A qué apuestan todos estos inversores? A la revalorización del terreno en un futuro, asegura Hope, que vende hasta un pasaporte de la Luna, de Marte o de Venus por u$s 15, más u$s 4 de gastos de envío. Claro que, para acceder a este documento, antes hay que ser poseedor de un terreno en alguno de esos planetas. El pasaporte lleva dos fotos que se deben enviar: una del comprador y la otra puede ser de un familiar, amigo, perro, gato o extraterrestre, a gusto del consumidor. Hope también comercializa relojes lunares a u$s 40, remeras a u$s 19, tazas a u$s 8, lapiceras a u$s 7, gorros a u$s 19, buzos a u$s 30 y hasta camperas de cuero a u$s 400. Todos, por supuesto, con la insignia de la Embajada Lunar.
¿A qué apuestan todos estos inversores? A la revalorización del terreno en un futuro, asegura Hope, que vende hasta un pasaporte de la Luna, de Marte o de Venus por u$s 15, más u$s 4 de gastos de envío. Claro que, para acceder a este documento, antes hay que ser poseedor de un terreno en alguno de esos planetas. El pasaporte lleva dos fotos que se deben enviar: una del comprador y la otra puede ser de un familiar, amigo, perro, gato o extraterrestre, a gusto del consumidor. Hope también comercializa relojes lunares a u$s 40, remeras a u$s 19, tazas a u$s 8, lapiceras a u$s 7, gorros a u$s 19, buzos a u$s 30 y hasta camperas de cuero a u$s 400. Todos, por supuesto, con la insignia de la Embajada Lunar.
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