Los investigadores, de la Universidad de Tohoku (Japón), encontraron que los consumidores habituales de té verde son más ágiles e independientes con el paso del tiempo y tienen menos dificultades para moverse, vestirse o bañarse. El estudio fue realizado con casi 14.000 personas mayores de 65 años a las que se realizó una encuesta sobre su consumo de té y otras bebidas, hábitos sociales, práctica de deportes, tabaquismo y nivel educativo. Además, se analizó el historial clínico de los participantes y se les hizo un seguimiento médico durante tres años.
Aunque en general los consumidores de té verde suelen tener hábitos más saludables, los científicos afirman que incluso eliminando la influencia de estos factores se pueden observar los efectos beneficiosos de esta bebida. Otros estudios previos han demostrado que el té verde previene enfermedades como la osteoporosis, la depresión y los derrames cerebrales, agentes que pueden ser causantes de las discapacidades funcionales que aparecen con la edad.
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