Steve Lewis, un antiguo ejecutivo de Microsoft, es quien dirige el proyecto y que, de hecho, ha llegado a un acuerdo con la compañía de Redmond para que sean ellos los que creen el entorno de software en la nube sobre el que se desarrollarán todos los servicios de la ciudad.
Ante la falta de protocolos estandarizados para conectar la ingente cantidad de máquinas y dispositivos de la ciudad, PlanIT usará tecnología desarrollada por McLaren Electronic Systems que ya ha sido probada en la Fórmula 1. Aún quedan por resolver, eso sí, los problemas que llegarán para la privacidad y la seguridad informática, típico.
Una vez se ponga en marcha, la ciudad estará conectada a una red de sensores conectados en la nube mediante la que se gestionarán todos los servicios, desde las emergencias hasta la fabricación y suministros. Cada habitante de la ciudad dispondrá de una identidad virtual, un avatar, o Mii si eres de Nintendo, que estará conectado a su identidad física.
Construir la primera ciudad conectada de la península costará la friolera de 10.000 millones de euros. Se estima que el proyecto tardará cuatro años en completarse y, a su término, la ciudad podrá acoger a 225.000 personas.
Aunque ya es sabido los problemas económicos que atraviesan en Portugal, ahí se considera el PlanIT “Proyecto de importancia Nacional”, lo que le asegura cuantiosas exenciones fiscales y todo el apoyo legal y administrativo posible.
gizmodo
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