Para combatir la inclemencia del sol qatarí, los investigadores aseguran encontrarse desarrollando la idea de poner nubes artificiales para generar sombra sobre los estadios y campos de entrenamiento. Pero no se trata de cúmulos de agua, obvio que no. Estamos hablando de dirigibles hechos en una estructura liviana de carbono rellena de helio y con una cara superior llena de paneles solares para nutrir de energía a sus cuatro motores controlados por control remoto para ubicarse en la posición exacta y dar sombra a todo el recinto.
El costo de producción sería de US$500.000 por cada dirigible.
Ahora, no quiero ni saber de la tensión que tendrían las miles de personas debajo de esta estructura durante todo un partido de fútbol, porque cualquier falla en alguna de las hélices o una fuga de gaspodrían derivar en que la nube se desmorone sobre el estadio, resultando en una tragedia no menor.
No me queda claro que sea una gran idea, así como tampoco me parece que haya sido muy brillante llevar un Mundial a dicho clima. Y esto sí que no son “cosas del fútbol”.
Se ve más que moderna la estructura, pero ¿qué les parece a ustedes?
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