La decisión fue tomada por una corte de justicia en la Haya, e implica que todas las PS3 serán confiscadas por al menos 10 días cuando ingresen a Europa. Si la medida se extiende, las consolas podrían desaparecer de los estantes en ese continente a medida que se vaya agotando el stock que tienen las tiendas.
Según la demanda, Sony está utilizando tecnologías de Blu-ray desarrolladas por LG sin autorización. LG solicitó una investigación y también pidió que se detuvieran los envíos a Estados Unidos, donde todavía no se ha adoptado una resolución.
Sony envía unas 100.000 consolas semanales a Europa y está haciendo todo lo que puede para revocar la decisión tomada por la corte. La compañía puede apelar a la oficina de patentes de Europa.
LG, por su parte, podría extender la prohibición de importar las consolas unos 10 días más, o bien podría solicitar que se destruyan todas esas consolas confiscadas – aunque eso es poco probable que ocurra.
Si se encuentra que Sony infringió las patentes de LG, podría ser forzada a pagar una compensación al fabricante coreano por cada PS3 que haya vendido, lo que se transformaría en una cantidad bastante abultada de billetes.
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