Cada teléfono tuvo que pasar tres pruebas: dejarlo caer a la altura de la cintura, a la altura del hombro y otra vez a la altura de la cintura pero esta vez de tal manera que el teléfono caiga con la pantalla. Lo sé, a mi también me parece algo difícil de ver, pero los resultados y la prueba en general es interesante, incluso le preguntan a Siri si tiene miedo.
Y si se preguntan los resultados, déjenme decirles una cosa: no pienso comprar un iPhone 4S en un buen tiempo, ya que la verdad tuvo un daño considerable desde la primera caída. De hecho le fue mejor en la segunda caída porque alcanzó a caer con una esquina, lo que al parecer le ayudó bastante. La última caída fue fatal (de hecho es la imagen que ilustra este artículo).
El Galaxy S II se lleva las palmas, consiguió salir con muy poco daño después de las tres caídas, incluída aquella en la que se le dejó caer sobre la pantalla. Pero ya no me lean y vean el video a continuación:
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