Descargar contenidos para uso personal es legal, y los dueños de los derechos de autor de estas obras no sufrirán por eso, ya que la gente finalmente gastará el dinero que se ahorró en productos de entretenimiento.
El reporte indica que la industria del entretenimiento se ha opuesto a los cambios tecnológicos por temor a que sus negocios desaparezcan. Esa no es la respuesta correcta, según el gobierno suizo, que prefiere darle un buen uso a la tecnología en lugar de reprimir. “Cada vez que aparece una nueva tecnología de medios, siempre ha sido ‘abusada’. Este es el precio que pagamos por el progreso. Los ganadores serán aquellos que puedan usar la nueva tecnología para su propia ventaja, y los perdedores serán los que se perdieron este desarrollo y siguieron con sus antiguos modelos de negocios”, declara el informe.
El documento agrega que aun cuando actualmente la piratería es masiva, la industria del entretenimiento no necesariamente está perdiendo dinero. Según el documento, un tercio de los suizos de más de 15 años descarga contenidos desde internet. Sin embargo, estas personas no gastan menos dinero como consecuencia, porque su presupuesto destinado a entretenimiento es bastante constante. Esto significa que las descargas son, en la mayoría de los casos, complementarias.
Otro estudio hecho en Holanda el año pasado revela que la gente que descarga música asiste frecuentemente a conciertos, y quienes descargan juegos compran más videojuegos que aquellos que no lo hacen. En el sector de la música, las bandas menos conocidas son las que más ganan al hacerse conocidos mediante la web.
El informe también analiza las medidas que se han implementado en otros países, como la ley Hadopi en Francia. Según el gobierno suizo, Francia gasta unos US$12 millones al año en implementar la ley, una cantidad considerada muy alta por los helvéticos. También la idea de cortar el internet a quienes infringen la ley se consideraría ilegal, ya que la ONU declaró Internet como un derecho humano. Otras medidas como bloquear contenidos y webs también fueron rechazadas, porque dañarían la libertad de expresión y violarían las leyes de protección a la privacidad.
Finalmente, la sugerencia del gobierno suizo a la industria del entretenimiento es que se adapten al cambio en el comportamiento de los consumidores. Suiza no ve ninguna necesidad de cambiar sus leyes – que consideran legal descargar cosas de internet -, porque las descargas no tienen impacto negativo en la producción de cultura nacional. Algo muy diferente a lo que hemos visto en España, Francia o Estados Unidos, y que ojalá otros países tomaran en cuenta en lugar de aceptar todo lo que dice la industria.
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