Actualmente el material más utilizado para la creación de memorias y otros componentes es el silicio. Sin embargo, a pesar de que cada vez esmás barato y eficiente, tiene ciertas limitaciones físicas intrínsecas.
Por ello, en IBM creen que han de investigarse nuevas soluciones que sean capaces de seguir el ritmo de la innovación informática. De este modo, comenzaron su aproximación desde la unidad más pequeña de almacenamiento de información: el átomo.
Así, en un futuro, explican, sería posible la creación átomo a átomo de nanoestructuras que aplicasen “una forma no convencional de magnetismo llamada antiferromagnetismo”. Esto permitiría almacenar hasta 100 veces más información en el mismo espacio.
La mayor dificultad es magnetizar un bit sin que afecte a los que se encuentran cerca con su campo magnético. Sin embargo, los científicos de IBM pudieron agrupar de forma mucho más densa (con menos espacio entre átomos) 12 átomos antiferromagnéticos que almacenaron un bit de información durante varias horas.
Por el momento, esta tecnología está en una fase experimental y necesita temperaturas muy bajas para funcionar. No obstante, si se aumenta el número de átomos a entre 150 y 200, sería posible que los bits fuesen estables a temperatura ambiente, según explicó uno de los encargados del experimento a la BBC.
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