El viernes Steve Ballmer, Consejero delegado de Microsoft, visitaba España y presentaba Kinect, que según él supone “una revolución” en el uso de los ordenadores y el entretenimiento, que permite sin mandos interactuar con la consola.
Después de lo que acaba de presentar hace unas horas Google, queda claro que la verdadera revolución del “sin mandos” es Google Cars, y que el resto, se queda a la altura del juguete.
Google Cars: un piloto automático para el coche
Google Cars ha equipado 7 coches de Inteligencia Artificial, sensores conectados a Internet, acceso a base de datos de Google Maps y capacidad de computación casi ilimitada de sus servidores para poner en ruta durante varias semanas coches autónomos.
Durante más de 1.000 millas los vehículos no requirieron de intervención humana alguna para circular, y durante más de 140.000 los ingenieros que tripulaban los vehículos realizaban únicamente intervenciones ocasionales, como accionar el freno para interrumpir la navegación del piloto automático frente a algún imprevisto.
Los conductores de los demás coches creían estar viendo los nuevos coches de Google Street View, encargados de fotografiar cada metro a lo largo de las carreteras. En realidad estaban presenciando la puesta en escena de uno de los mayores clichés de lo que hasta ayer era ciencia ficción: coches con piloto automático.
El I+D+i como estrategia de negocio en Google.
La presentación de Google Cars deja claro el compromiso de Google por la Innovación. El proyecto nace de la mano de Sebastian Thurn, co-inventor de Google Street View y que ya en 2005 con sus compañeros de Stanford desarrolló Stanley, un prototipo de vehículo que cubrió una distancia de 132 millas en el desierto de California.
Google no espera poder incorporar estas tecnologías en el mercado hasta dentro de al menos 8 años, y tampoco tiene claro que detrás de las mismas haya un modelo de negocio claro. En esta primera fase, parece más bien corresponder con su compromiso por mejorar la sociedad con la Tecnología, y el “Do no evil“, emblema del gigante de las búsquedas.
Google Cars: Grandes ventajas pero mayores barreras.
Tras la prueba de esta innovación en el entorno real, en las carreteras de California, las aperturas a futuro no pueden ser más optimistas. Un recorte drástico del número de accidentes por distracciones o velocidad indebida, consumos optimizados de combustible, optimización del tráfico y todos los coches como Objetos dentro de Internet, transmitiendo de forma autónoma información de interés.
Pero las barreras legales y morales parecen todavía mayores. En una industria como la del automóvil, con una fuerte presencia del sector asegurador, queda ahora ir pensando en los nuevos titulares de las responsabilidades civiles por accidentes causados por coches autodirigidos.
¿Querrán los estados suplir al conductor también en estas responsabilidades?
Fuente: ReadWriteWeb
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